De las distintas alternativas de tratamiento a la cirugía, el HIFU o Ultrasonidos de Alta Intensidad Focalizados, es el único tratamiento 100% no invasivo, pues interviene sin elementos químicos, ninguna punción, corte ni cicatriz y no daña los tejidos que atraviesa garantizando la más alta precisión en el control del área a tratar, reduciendo además el riesgo de infección o complicaciones potenciales.

La técnica HIFU (en inglés High Intensity Focused Ultrasound) cuenta con un dispositivo médico, denominado ECHOPULSE, desarrollado a partir de una tecnología única que combina ultrasonidos de alta intensidad o HIFU, y ultrasonido en imágenes en tiempo real para su monitoreo constante durante el tratamiento.

El dispositivo emite de forma programada ultrasonidos de alta intensidad, que generan de manera selectiva y con precisión milimétrica la energía suficiente sobre el área a tratar, provocando una hipertermia del tejido, destruyendo el nódulo.

En la mayoría de los casos, se logra el éxito terapéutico con una única sesión, aunque el tamaño del nódulo y su localización define la estrategia de tratamiento. Por ello es preciso valorar cada caso de manera individualizada.

El procedimiento se realiza en régimen ambulatorio, sin ingreso hospitalario, y la recuperación es casi inmediata, pudiendo retomar su vida con total normalidad a las pocas horas.

Los ultrasonidos forman parte del grupo de técnicas conocidas como Termoablación y se aplica en países como Reino Unido, Francia, España, Italia, Suiza y Alemania entre otros.

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